La Lotería mexicana no nació en México: llegó desde Europa a la Nueva España y se popularizó primero en salones y ferias. Diversas fuentes de divulgación histórica sostienen que los soldados la adoptaron como pasatiempo durante la Guerra de Independencia y ayudaron a difundirla al volver a sus pueblos. A finales del siglo XIX y principios del XX, la edición Don Clemente fijó las imágenes que hoy reconocemos en todo el país.

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La Lotería: de juego europeo a símbolo patrio en la Independencia

Origen y llegada a la Nueva España

Aunque hoy es un ícono mexicano, la lotería proviene del lotto italiano del siglo XV, pasó a España y habría llegado a México hacia 1769; en un inicio fue entretenimiento de élites y, después, de plazas y ferias.

“Lotería” no siempre fue baraja: la Real Lotería

En el mismo periodo colonial se instauró en Nueva España (1770) la Real Lotería —un sorteo fiscal de números— que normalizó el término “lotería” en la vida cotidiana, distinto del juego de cartas ilustradas que más tarde se mexicanizaría.

Independencia y soldados: un relato difundido

Publicaciones culturales mexicanas y el propio Museo Nacional de la Estampa difunden que durante la Guerra de Independencia (1810–1821) la lotería fue pasatiempo de soldados; al regresar, habrían ayudado a popularizarla. Es un relato ampliamente repetido, aunque la evidencia primaria accesible en línea es limitada; conviene presentarlo como tradición historiográfica divulgada.

Del taller a la nación: Don Clemente (1887–1913)

Una de las versiones más conocidas fue creada por Clemente Jacques (1887); la edición “Don Clemente Gallo” quedó copyright en 1913 y estandarizó las 54 imágenes que hoy asociamos con el juego.

Por qué sigue vigente

Iconografía simple, versos memorables, aprendizaje lúdico y reinvenciones artísticas sostienen su presencia en escuelas, museos y redes sociales cada 15–16 de septiembre.

Datos rápidos

Procedencia: Italia → España → Nueva España (ca. 1769).
Independencia: relato difundido sobre soldados como vectores de popularización.
Estandarización: Don Clemente (1887/1913).

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